Ante situaciones de crisis, la respuesta humana es el miedo a lo desconocido, lo que termina justificando las actitudes exageradas y dramáticas. Pero, a nivel económico, las compras nerviosas causan aumento de precios y que sea imposible el abastecimiento de productos primarios, especialmente a quienes realmente lo necesitan. Esto, a su vez, añade más preocupaciones en la sociedad.
¿A que se deben las compras nerviosas?
- La mentalidad de rebaño: el hecho de que algo acontezca, influye en el resto de las personas, causando en ellas la necesidad de hacer lo mismo. Incluso, como es un tema que se ha vuelto tendencia en las redes, Steven Taylor (profesor y psicólogo clínico de la Universidad de Columbia Británica y autor de The Psychology of Pandemics “La psicología de las pandemias”), explica “eso amplifica la sensación de escasez y a su vez, empeora las compras nerviosas”.
- Incertidumbre: en caso de situaciones alarmantes, como huracanes, inundaciones, apagones o corte de agua, las personas estarían conscientes de qué necesitan. Pero durante la pandemia de COVID-19, nadie entiende realmente cómo deberían suministrarse, lo que causa compras descontroladas.
Consecuencias del pánico
Llamar esta actitud en las personas como “pánico” no es lo apropiado, “El pánico es un estado subjetivo, emocional, y lo que podemos observar en realidad es el comportamiento”. La humanidad reacciona de acuerdo a lo que aprecian en su entorno, sin entender qué sucede ni que necesitan, todos se dejan llevar por la presión del momento, causando escasez y limitaciones al momento de adquirir algo.
El mismo Taylor explico, “Si el precio de un rollo de papel higiénico se triplica, se le empieza a ver como un producto escaso, lo que puede generar ansiedad”. Leche, fideos y papel higiénico, son uno de los productos que más se han agotado. Según informes de BBC “En Auckland, Nueva Zelanda, el gasto en supermercados se disparó un 40%”.
La solución ante las compras desesperadas
Evita almacenar o acumular alimentos. Realiza las compras apropiadas según los integrantes de tu familia. Si sientes presión o ansiedad, la solución no está en compras, sino en ayuda médica profesional. “La ansiedad debe ser reconocida y gestionada. Los altos niveles de ansiedad no son útiles para prevenir el contagio”, comentó Helene Joffe, profesora de psicología en el University College de Londres.

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